miércoles, 9 de mayo de 2018

Taxi Driver (1976). Martin Scorsese


Para sobrellevar el insomnio crónico que sufre desde su regreso de Vietnam, Travis Bickle (Robert De Niro) trabaja como taxista nocturno en Nueva York. Es un hombre insociable que apenas tiene contacto con los demás, se pasa los días en el cine y vive prendado de Betsy (Cybill Shepherd), una atractiva rubia que trabaja como voluntaria en una campaña política. Pero lo que realmente obsesiona a Travis es comprobar cómo la violencia, la sordidez y la desolación dominan la ciudad. Y un día decide pasar a la acción.

"De Niro se mira al espejo y de un golpe de rabia... queda inaugurado el thriller llamado moderno"  (Luis Martínez: Diario El País)

Taxi Driver es, para el que esto escribe, la mejor película de su director y una cinta clave en el cine de las últimas décadas, por su conjunción de talentos dando lo mejor de sí mismos. Scorsese radiografiando las calles neoyorkinas de los 70, bien ayudado por la cruda fotografía de Michael Chapman; Schrader planteando a la audiencia el dilema moral de situarse al lado del (supuesto) loco, la romántica y apocalíptica banda sonora de Bernard Herrmann o la labor de sus actores, encabezados por un De Niro que crea desde dentro y que pocas veces ha mostrado tanto dolor y desesperación sin caer en los excesos que luego le han hecho objeto de imitaciones y parodias. Dejaremos aparte momentos tan cacareados como el “¿hablas conmigo?” del espejo o el peinado mohawk y mejor nos fijaremos en muchos otros instantes en los que Travis interacciona con otra gente y en su lenguaje corporal deja claro su falta de adaptación al mundo. (David García Gallardo en Miradas de cine)

Sin ninguna duda, la mejor película de Scorsese hasta ese momento, que ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1976 con todos los merecimientos y por aclamación. En una escalada profesional y creativa que hacía olvidar sus complicados inicios, Scorsese se convertía, en ese año, en un director estrella, a la altura de sus más famosos compañeros de generación, prestigio que no le ha abandonado hasta el día de hoy. ‘Taxi Driver’ es una excepcional obra maestra por su extremo riesgo y coherencia estética, porque no busca soluciones fáciles a la violencia ni pretende engatusar al espectador con un salvajismo preciosista, y porque en su negrísimo cinismo se adivina una compasiva percepción del dolor de la soledad. (Adrián Massanet en Espinof)

Scorsese, un católico; y Schrader un calvinista, erigen esta sobrecogedora metáfora de tintes bíblicos (no en vano Scorsese ya había leído por ese tiempo una copia de ‘la ultima tentación de cristo’ de Nikos Kazantzakis y en su juventud estuvo a un paso de dedicarse al sacerdocio) la intención mística es evidente desde los títulos principales, en los que el vehiculo de Bickle aparece de entre el vapor de las alcantarillas como una bestia abriéndose paso por el averno, y si a eso se le suman las melancólicas y cuasi fantasmagóricas notas orquestales de Bernard Herrmann, y a un inusual desenlace, podría decirse que se trata más de una fantasía mortuoria que de la realidad misma. (Pierluigi Puccini en Alohacriticón)

No es «Taxi driver» una película agradable. Excelente producto cinematográfico, con un personaje insólito tratado con originalidad y hondura, no tiene una tesis clara y sí una conclusión ácidamente desagraciable. Porque si el camino para la solución de la soledad es la terrible cirugía de la violencia, de la sangre y las muertes, el mal no tiene remedio. Aunque haya Quien pueda disculpar el resultado por la intención. (Pedro Crespo en ABC)

Taxi Driver es la imagen de una violencia que ahora debe entrar en el mito (aunque solo sea para tranquilizarse). (Pascal Kané en Cahiers du Cinéma)

Scorsese celebra aquí a la ciudad reencontrada con la fascinación mezclada con el espanto de quien revive una pesadilla familiar. (Michael Henry en Positif)

El descenso al infierno de Travis Bickle es realmente sobrecogedor. De Niro también está absolutamente impresionante en esta pintura de la alienación por la soledad y en el retrato de este justiciero de la ciudad, una víctima de  la América de los años 70. (...) Una película eminentemente pesimista que tiende por completo a su mítica escena final. Para ver quizá simplemente por el solo "¿Estás hablando conmigo?". (Mathilde Tellier en aVoir-aLire.com)

[Scorsese] parece necesitar guiones con un humor bien diseñado y artistas con el espíritu de Ellen Burstyn para compensar lo que parece ser una visión fundamentalmente depresiva de la vida y la creencia de que la sobriedad es el equivalente a la seriedad. (Richard Schickel)

Tal vez la película más formalmente deslumbrante, así como la más problemática desde el punto de vista moral e ideológico, dirigida por Martin Scorsese, Taxi Driver de 1976 sigue siendo un hito inquietante por el tipo de doble pensamiento voluptuoso que ayudó a ratificar. (Jonathan Rosenbaum)

Una de las mejores y más poderosas películas de todos los tiempos. (Roger Ebert)

Uno de los films más sórdidos e impactantes de los 70, en el que Scorsese volvió al tema de la soledad, ampliado con diversas implicaciones: desde las secuelas del Vietnam hasta la corrupción barriobajera, pasando por la impermeabilidad de las clases sociales. El protagonista viene a ser el símbolo de una generación que ha participado en la Historia sin llegar a comprenderla. Su ambiguo desenlace no impide que, ante todo, se imponga la fuerza de sus imágenes. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 10 de marzo de 1977.

Reparto: Robert De Niro, Cybill Shepherd, Jodie Foster, Albert Brooks, Harvey Keitel, Leonard Harris, Peter Boyle.



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