viernes, 23 de marzo de 2018

Vertigo (1958). Alfred Hitchcock


Scottie Fergusson (James Stewart) es un detective de la policía de San Francisco que padece de vértigo. Cuando un compañero cae al vacío desde una cornisa mientras persiguen a un delincuente, Scottie decide retirarse. Gavin Elster (Tom Helmore), un viejo amigo del colegio, lo contrata para que vigile a su esposa Madeleine (Kim Novak), una bella mujer que está obsesionada con su pasado.

Su guión está basado en la novela Sueurs froides: d'entre les morts (Sudores fríos: de entre los muertos) escrita por Pierre Boileau y Thomas Narcejac. Se estrenó mundialmente en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián de 1958. La película habla de la obsesión, la parálisis psicológica y física, y la frágil naturaleza del amor. ​ Se caracteriza por el uso de una llamativa narrativa audiovisual del director, los actores Stewart y Novak o los lugares por donde se rodó. Vértigo tuvo un inicio poco alentador cargado de tibias críticas y una pobre acogida en taquilla. Sin embargo, ganó popularidad a medida que pasó el tiempo y se fue colocando siempre entre las mejores películas.
Es una de las películas mejor valoradas de la cinematografía estadounidense, candidata a dos premios Óscar. Encabeza el AFI's 10 Top 10 en la categoría de "Películas de misterio".
En 1995, la película fue considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry. En 1996 se presentó una versión restaurada de la cinta.
Tras una evaluación de 10 años, Vértigo fue elegida el 2 de agosto de 2012 como la mejor película de todos los tiempos, por delante de Ciudadano Kane de Orson Welles.

La gran obra maestra de Alfred Hitchcock, y sin duda la más aclamada por la crítica -siempre aparece en las listas de los expertos sobre las mejores películas de la historia del cine-. El genio se aleja de sus entretenidas aventuras anteriores para sumergirse -él y todos- en una minuciosa y compleja intriga psicológica llena de simbolismos y múltiples lecturas, un remolino insondable que te absorbe en su fascinante espiral narrativa sobre el deseo y lo idealizado; obsesiones circulares y vértigos ante lo desconocido -o lo irreal- reflejados en su póster, su título, su banda sonora y no pocos hallazgos visuales de esta preciosa e hipnótica obra de arte. (Pablo Kurt en Film Affinity)

Las ideas y las formas siguen el mismo camino, y es porque la forma es pura, bella, rigurosa, asombrosamente rica y libre por lo que uno puede decir que las películas de Hitchcock, y "Vértigo" en primer lugar, tienen por objeto (...) ideas, en el noble sentido platónico del término. (Eric Rohmer en Cahiers du Cinéma)

La maestría de Hitchcock raramente ha sido tan vívida como en esta película (Jean de Baroncelli en Le Monde)

Envuelta en la dolorosa música de Bernard Herrmann, Vértigo es una película "desnuda", donde la carne es invisible pero inquietante. (Pierre Murat en Télérama)

Seamos justos: porque sabía contar historias, Hitchcock el pícaro, Hitchcock el tramposo podía seducir o calmar los escrúpulos y el sentido crítico. Pero ahora sus películas destilan tal aburrimiento que sólo duermen al espectador.  (Michèle Firk en Positif)

Uno de los hitos, no solo del cine, sino del arte del siglo XX. (Dave Kehr)

Trata de cómo Hitchcock usó, temió e intentó controlar a las mujeres. (Roger Ebert)

¡No más consejos! ¿Vas o no? ¿Qué más se puede decir? Bueno, nada, excepto que Vértigo es interpretada de la manera que se espera por parte de todos los que intervienen en las películas de Hitchcock. (Bosley Crowther)

Hipnotizada e hipnótica, enloquecida y enloquecedora, seguramente ninguna película comercial de estudio (es cierto, un fracaso comercial y crítico en su estreno) ha ofrecido y retenido la complejidad de intención e interpretación como Vértigo de Alfred Hitchcock. Pasada por alto, analizada en busca de pistas, meneada por académicos y psicoanalistas, sus espirales de significado impregnan el desarrollo de la teoría del cine como la espina dorsal de una carpeta de plan de estudios. (...) El problema de estar en la cima es que la gente puede dispararte desde todos lados. No hay película como Vértigo, y ahora, ¡oficialmente!  no hay película mejor. Un honor tan pesado atrae multitudes de detractores con sus propios argumentos. Pero todo gran arte tiene dentro un elemento irreductible e inexplicable, más allá de su astucia y destreza. Tal es la garra que tiene Vértigo. Esta extraña y frustrante historia de un pervertido hechizado, la obra byroniana de Hitchcock, aún elude la captura y rehúsa ser algo que no es. (Rhik Samadder en The Guardian)

Es Vértigo’ una película adelantada a su tiempo, tanto que aún a día de hoy parece pertenecer a otra época no concreta. Con el paso de los años, la fama de la película, que no fue en su momento precisamente un éxito, ha ido creciendo tan poderosamente como las inolvidables imágenes que la bañan, algunas de las más icónicas de la historia del cine, descubriendo nuevos matices en cada nuevo visionado y aguantando sin rubor el estoico paso de modas, estilos y costumbres. Una obra atemporal en el sentido literal del término. (Alberto Abuín en Espinof)

Una de las obras maestras de su director, en la que supo combinar una intriga construida rigurosamente con un sentido casi fantasmágorico de la narración. Desarrolla un proceso de fascinación que se imbrica por vericuetos casi necrofílicos. Su compleja estructura mezcla sensaciones abstractas y hechos concretos con singular naturalidad, en un conjunto tan sugestivo como susceptible de lecturas múltiples. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 29 de junio de 1959.

Título español: De entre los muertos.

Reparto: James Stewart, Kim Novak, Barbara Bel Geddes, Tom Helmore, Henry Jones, Raymond Bailey.






                                 

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