viernes, 21 de diciembre de 2018

La garra escarlata (Sherlock Holmes and the Scarlet Claw, 1944). Roy William Neill


En una aldea canadiense existe una antigua leyenda sobre un fantasma que, al parecer, años atrás mató a tres vecinos. Los aldeanos temen que el mostruo vuelva, ya que se han visto extrañas formas luminosas y, además, se han encontrado algunas ovejas brutalmente degolladas. Mientras tanto, Sherlock Holmes y el doctor Watson asisten en Quebec a una reunión de la Real Sociedad Canadiense de las Ciencias Ocultas, donde discuten con Lord Penrose sobre la vieja leyenda aldeana. Lord Penrose, tras conocer la noticia de la muerte de su mujer, recibe una carta escrita por la difunta poco antes de morir, suplicando ayuda. Cuando Holmes va a la aldea para investigar el caso, en seguida comprende que el asesino que busca es un maestro en el arte del disfraz.

Excelente aventura de Sherlock Holmes. El misterio en realidad te atrae y tiene preguntas para ser respondidas. A diferencia de la mayoría de los misterios de hoy, la película no está desesperada por sorprenderte con algún motivo ridículo / confuso. Es posible averiguar quién lo hizo, pero eso es parte de la diversión trabajando con Holmes. La dirección de arte es excelente, creando escenas góticas en las calles y en los pantanos. La química de Rathbone y Bruce también funciona bien, con Rathbone como un Holmes bastante pomposo pero también impresionante, y Bruce a veces cómico pero que sigue siendo útil como Watson. Se concentra en el misterio y deja bien caracterizados a los personajes. En poco más de una hora es un fantástico "¿Quién lo hizo?" (Luke Baldock)

Para su novena investigación después de un episodio bastante suave ("La perla de la muerte"), Sherlock Holmes (Basil Rathbone) y el Dr. Watson (Nigel Bruce) se enfrentan a un misterio más nebuloso y un entorno turbio que no deja de recordar "El perro de Baskerville" o, en menor medida, "La casa del miedo". Así encontramos las marismas embrujadas, los sonidos de una campana que resuenan en la noche, los habitantes silenciosos escondiendo un secreto o una ciudad con el nombre evocador (Morte Rouge). ¡Incluso tenemos derecho a un fantasma fosforescente que vaga por los pantanos! Una atmósfera bastante poco tranquilizadora y que casa bien con el detective. La trama, mientras tanto, presenta bases interesantes (y especialmente renovadas) ya que este valiente Holmes parece, por una vez, mucho menos cómodo y llega a dudar de sí mismo ... lo que dura, sin embargo, un instante antes de que la lógica holmesiana recupere sus derechos. También estamos sorprendidos por el tono más oscuro de esta película, donde las muertes violentas se suceden, incluidos los personajes principales. La intriga, bien complicada, incluso reserva un giro sorprendente aunque sea fácil encontrar la identidad del asesino. La película puede, finalmente, confiar en buenos papeles secundarios como ambiguo viudo que interpreta Paul Cavanagh y el entrometido Gerald Hammer. Esta novena investigación es, por lo tanto, un verdadero éxito y, sin duda, una de las mejores películas de la serie. (Dougray en Allocine)

Un fenomenal producto de entretenimiento protagonizado por una de las más acertadas encarnaciones de la más célebre pareja de detectives de la literatura, que contiene acción, una fina ironía, misterio, secretos y muchísimo ingenio, contado en un prodigio de economía narrativa y con una eficacia muy difícil de igualar. Una gozada. (39 escalones)

El film de Neill fue el primero que vio un niño llamado Víctor Erice, en el cine Kursaal de San Sebastián. A partir de ese recuerdo, el director vizcaíno, a quien tanto echamos de menos, realizó un pequeño y precioso film (La Morte Rouge) que, con ayuda de imágenes de archivo, versa sobre la memoria, la infancia, la pasión por el cine y la relación entre ficción y realidad, que a los ojos de un pequeño espectador se mezclan hasta llegar a confundirse. Temas recurrentes en la, por desgracia, demasiado breve filmografía de Erice y que ya estaban presentes en El espíritu de la colmena (1973) y en El sur (1983), aquellas dos obras maestras que colocaron nuestro cine en los altares. (Cosas que hemos visto)

Los últimos títulos de la serie basada en el personaje de Arthur Conan Doyle entraron en una tónica abiertamente fantástica. En esta ocasión se revisitó libremente el espíritu de "El perro de Baskerville", aunque ambientando la acción en Canadá. El resultado es una intriga articulada a través de una atmósfera inquietante y llena de reminiscencias fantasmagóricas, manufacturada con indudable pericia. (Fotogramas)

Película estrenada en España en febrero de 1946.

Reparto: Basil Rathbone, Nigel Bruce, Kay Harding, Gerald Hamer, Paul Cavanagh, Arthur Hohl, Miles Mander.


viernes, 14 de diciembre de 2018

Reencontrar el amor (Une rencontre, 2014). Lisa Azuelos


Tras quince años de matrimonio, Pierre es feliz con su mujer y sus hijos. Una noche conoce a Elsa, una chica atractiva y divertida, pero que tiene una regla de oro no liarse con hombres casados. Pierre, por su parte, no desea traicionar a su mujer. Dos semanas después, se encuentran de nuevo y vuelven a sentirse fuertemente atraídos.

Sophie Marceau y François Cluzet consiguen insuflar un hálito nuevo a la vieja historia del nacimiento del deseo, en este caso, entre un cincuentón y una cuarentona; lejos de espasmos juveniles, su edad y condición social les hace andar con cuidado, lo que carga sus encuentros de más suspense erótico. Una lección esta de la contención que Wong kar-wai explicó como nadie en «Deseando amar», de la que esta película ofrece una modesta variante a la française. (Antonio Weinrichter en ABC del 1 de agosto de 2014).

Azuelos (...) se sitúa a ambos lados de la cámara. Pero siempre muy consciente -en su doble faceta- de que el brillo interpretativo de esta función en torno a la incertidumbre que siempre suele truncar los idilios fuera de la norma, recae en el formidable dúo integrado por Cluzet y Marceau.
Comedia con ciertos toques conservadores, pero cautivadora gracias a sus intérpretes. (Lluís Bonet Mojica en La Vanguardia de 8 de agosto de 2014).

"Se ve con múltiple interés a pesar de los desperfectos formales (...) la directora y guionista sabe cuándo mantener el silencio y las miradas en las secuencias clave, y, lo mejor, acaba con un epílogo fantástico" (Javier Ocaña: Diario El País)

En Reencontrar el amor Azuelos se arrima al género musical y por momentos el vaivén seductor de los protagonistas llena la pantalla: el primer encuentro, el brillo en la mirada, las fantasías y las frustraciones, todas esas fases del enamoramiento son sólo el engranaje de esta particular balada pop cinematográfica. Del mismo modo, la cineasta no teme subrayar al máximo miradas, roces, suspiros y besos que se transforman en estrellas fugaces: lo que para unos puede ser un exceso de azúcar (con razón), otros verán la imagen perfecta del hecho romántico. Sea como fuere, a retórica hiperbólica casi nadie puede ganarle a la francesa. Otra cosa es que con su insistencia por las historias y los desengaños de los ricos del primer mundo nos descubra cómo es el mecanismo que regula nuestras relaciones. (Paula Arantzazu Ruiz en Sensacine)

Comedia romántica burguesa realizada de cabo a rabo como un gigantesco anuncio de perfume de lujo. Aburrimiento infinito garantizado. (Isabelle Regnier en Le Monde)

El guión podría ser de Marc Levy, la imagen giratoria haría pasar a Claude Lelouch por Alain Resnais, y la pareja protagonista parece actuar en un anuncio de perfume. (Jérôme Garcin en Le Nouvel Observateur)

Un hombre y una mujer se encuentran, se divierten. Él está casado. En lugar de una historia banal de adulterio, Lisa Azuelos ha construido una película original, donde la fantasía discute con la realidad. La fuerza de la película (muy breve) es alternar grandes impulsos de romanticismo, escenas perturbadoras de sensualidad con picos de autoironía. Y sus actores, dos activos clave, la convierten en un encuentro inolvidable. (Sophie Benamon en Studio Ciné Live)

Film inteligente con un guión muy bien escrito en el que se cuelan gotas del conservadurismo dominante en la sociedad contemporánea. (...) Lisa Azuelos, hija de Marie Laforêt, ha encontrado en una espléndida Sophie Marceau y un adorable François Cluzet, la pareja perfecta para este film, reservándose para sí el más desagradecido papel de Anne.(Nuria Vidal en Fotogramas)

Película estrenada en España el 1 de agosto de 2014.

Reparto: Sophie Marceau, François Cluzet, Lisa Azuelos, Alexandre Astier, Arthur Benzaquen.



martes, 4 de diciembre de 2018

La alegre divorciada (The Gay Divorcee, 1934). Mark Sandrich


Musical de la RKO que tuvo un gran éxito de público, además de ser nominada al Oscar a la mejor película. Guy Holden, un célebre bailarín americano, está de viaje por Europa en compañía de su amigo y abogado Egbert. Camino de Inglaterra, un incidente en la aduana francesa le hace conocer a Mimi Glossop, que viaja con su tía. En Londres vuelve a tener un encuentro casual con ella. Guy queda profundamente enamorado de Mimi, sin saber que se trata de una mujer casada, en proceso de divorcio, cuyos trámites está llevando el propio Egbert. Guy, Egbert, Mimi y su tía volverán a coincidir en un hotel de la costa en el que se van a producir una serie de equívocos.

 El crítico del New York Times, Andre Sennwald (16 de noviembre de 1934) dijo sobre la película: "Al igual que la despreocupada pareja de Rogers y Astaire, La alegre divorciada es alegre en su estado de ánimo e inteligente en su enfoque. Para humor secundario, están Alice Brady como la tía habladora; Edward Everett Horton como el confuso abogado ... y Erik Rhodes ... como el falso amante excitable, quien se enorgullece de su habilidad y se opone a la interferencia externa. "Todos ellos, más el Continental, ayudan a hacer que la nueva película sea la fuente de una buena cantidad de inocente alegría".

Un aspecto interesantísimo de este film: su presentación, resuelta con elegancia y lujo, pero sin barroquismos. Se pasa de la acción estricta a sus escenas coreográficas con naturalidad, con ingeniosa naturalidad. Ahí está la danza “Continental”, magnífica en cuanto a su ejecución, a la que se llega sin violencias, sin que la acción pierda unidad ni intensidad. (Alberto Gracián en La Vanguardia del 5 de octubre de 1935)

Mark Sandrich (…), un realizador excepcional, tan consciente, que supedita todos los factores del éxito al exclusivo lucimiento de la imagen y elimina todo aquello que, por tener su peculiar medio expresión en otras manifestaciones artísticas, resulta extraño para la cámara. (…)
Escenario, montaje, fotografía, diálogo, todo medido, todo preciso, sigue un ritmo de danza, ritmo que no falta nunca, porque la música, aunque no siempre la perciba el espectador, está siempre en el celuloide, para convertirse en visualidad, de maravilla, al llegar a la pantalla. (Antonio Barbero en ABC del 11 de octubre de 1935).

Bastante divertida, en especial gracias al personaje secundario interpretado por un espléndido Erik Rhodes, la película “The Gay Divorcee” está dirigida con admirable funcionalidad por Mark Sandrich (asiduo colaborador de Astaire y Rogers en otras maravillas RKO como “Sombrero De Copa” o “Sigamos La Flota”) y es un ligero y muy disfrutable espectáculo cómico-musical. (AlohaCriticón)

Sin duda la ejecución del Night and Day de Porter se eleva como un tótem sublime de la historia del cine. Su puesta en escena es sencillamente impecable, rodada en grúa en un único escenario que parece más grande de lo que es gracias a los movimientos de cámara lentos pero seguros de Sandrich. Pocos cortes y mucha secuencia que demuestra las horas de ensayo y trabajo para una conclusión de matrícula de honor en la que no se atisban fallos de sincronización. (Cine maldito)

Uno de los musicales más celebrados de la popular pareja que formaron Fred Astaire y Ginger Rogers, con una consistencia superior a otros vehículos suyos. Con coreografía de Dave Gould y canciones de Cole Porter, contiene momentos musicales tan conocidos como "Noche y día" o "El continental". Estos alicientes para los aficionados al género se completan con una estructura tan elemental como eficaz. (Fotogramas)

Reparto: Fred Astaire, Ginger Rogers, Alice Brady, Edward Everett Horton, Erik Rhodes, Eric Blore, Betty Grable.

Película estrenada en España el 4 de octubre de 1935 (Cine Astoria, Barcelona; Cine Avenida, Madrid)




lunes, 26 de noviembre de 2018

La jauría humana (The Chase, 1966). Arthur Penn


Un hombre (Robert Redford) que se ha escapado de la cárcel vuelve a su pueblo, pero sus vecinos, gentes absolutamente degradadas, emprenden contra él una auténtica cacería como si se tratara de una diversión más. Sólo el sheriff (Marlon Brando), un hombre integro y cabal, tratará de evitar su linchamiento.

Arthur Penn dirigió este melodrama atmosférico con un pedigrí estelar (con guión de Lillian Hellman y basado en una obra de Horton Foote) y una historia de producción accidentada. Penn luego repudió la película, y se quejó de que el productor Sam Spiegel interfería constantemente durante la producción y luego lo excluía de la sala de montaje. "Nunca he hecho una película en condiciones tan indescriptibles", dijo Penn. "Estaba limitado a mover a los actores como si fueran caballos".

"Aunque su rodaje fue de lo más complicado debido a las diferencias entre director, guionista y productor, un impresionante drama claustrofóbico a vueltas con la miseria de una sociedad podrida."
(Fernando Morales: Diario El País)

Lo que sí ha conseguido absolutamente Arthur Penn ha sido una película importante. Porque dar forma y vibración a esta historia terrible, mantener la tensión angustiada del espectador durante dos horas largas, es artísticamente un gran acierto. Por otra parte, la realización es de una belleza trágica, sobrecogedora. La impresión que deja en el ánimo de los espectadores desazona a la par que conmueve. (A.M.T. en La Vanguardia del 20 de diciembre de 1966)

Si en un principio creemos hallarnos ante un alegato demagógico contra la “high society” industrial de una ciudad de Texas, bien pronto estos temores se desvanecen porque la acusación es más amplia. Con pequeñas acciones, que adquieren categoría de símbolos (…), la autora del guión, que es la veterana Lillian Helman, y Arthur Penn, en una técnica directa y sobria, nos van facilitando las claves del problema: la población está corrompida, y los pocos habitantes conscientes de ello son impotentes para cambiar la situación. Lo que se está preparando, sin que nadie lo sepa porque va a desencadenarlo la presencia de un hombre que se ha fugado de la cárcel y al que muchos temen, es el asesinato de la Ley. La sociedad, amodorrada, no sabe que con ello va a suicidarse. La Ley es la verdadera víctima de esta “jauría humana”, que atentará contra el orden y la justicia con la misma ligereza con que se divierten en el fin de semana. (Martínez Redondo en ABC del 24 de diciembre de 1966).

'La jauría humana' es una de las películas más perturbadoras del cine americano de los sesenta, y su director, Arthur Penn, es uno de esos realizadores que con una mirada limpia observan hechos repugnantes. (...) Viéndola hoy, sus imágenes resultan igual de perturbadoras, de mareantes, de insoportables. En su momento, fue un sonoro fracaso y un escándalo. La América del buen rollismo de los sesenta no podía tragar este puñetazo en el estómago, que indagaba con ferocidad en la oscura América Profunda de mitad de siglo. Y su impactante violencia, que ahora no sorprende tanto, dejó a los críticos estupefactos y provocó que escribieran auténticas barbaridades sobre ella. (Adrián Massanet en Espinof)

A pesar de los problemas de producción que sufrió el film, éste permanece como una fresca, acerada visión sobre una sociedad que arrastra sus pies en arenas movedizas, en donde todas las intrahistorias parecen sujetas por alfileres a punto de desprenderse. (...)
El período de finales de los 60, con sus amplitudes y esperanzas libertarias, especialmente sexuales, es avistado también con perspicacia mediante intercambios, deseos pedófilos, guateques llenos de deseos orgiásticos, revólveres liberadores…
Escenas magníficas como la del apaleamiento del sheriff son parte destacada de un título infravalorado, antirracista y anticlasista, conducido con buen pulso por parte de un Arthur Penn en plena forma. (Antonio Méndez en AlohaCriticón)

La Jauría Humana es un auténtico puñetazo en el estómago, un film cruel y nihilista a la vez que profundamente pesimista y desesperanzado. Los personajes son egoístas, o estúpidos, o avariciosos o todo eso a la vez. Y las únicas personas de este microcosmos que resultan algo positivas son todas desgraciadas e infelices y no les espera un final satisfactorio. No se deja títere con cabeza. (El gabinete del doctor Mabuse)

Precediendo a Bonnie y Clyde por un año, el drama de Arthur Penn en una ciudad pequeña, ostentando un reparto de primera clase (Brando, Redford, Jane Fonda) es una película por excelencia que apunta a la temática y la dirección tonal que Hollywood tomaría a finales de los años sesenta. (Emanuel Levy)

Adaptación de una novela de Horton Foote, en la que se desarrolla una historia de suma violencia ambientada en la América profunda. Todas las frustraciones de una pequeña localidad sureña, dominada por el caciquismo, los prejuicios sociales y el racismo, saldrán a la luz a partir de un mínimo pretexto y darán pie a una explosión de bajos instintos. Todo ello está narrado con gran precisión y apoyado en un excelente reparto, que se completa con Janice Rule, Martha Hyer, Robert Duvall y Miriam Hopkins. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 16 de diciembre de 1966.

Reparto: Marlon Brando, Jane Fonda, Robert Redford, E.G. Marshall, Angie Dickinson, Janice Rule, Miriam Hopkins, Martha Hyer, Robert Duvall, Richard Bradford, Henry Hull, Diana Hyland, Jame Fox.


                                         

miércoles, 21 de noviembre de 2018

De aquí a la eternidad (From Here to Eternity, 1953). Fred Zinnemann



Año 1941. El soldado Prewitt (Montgomery Clift), que acaba de llegar a la base militar de Pearl Harbor en Hawai, es un antiguo boxeador retirado del ring. El capitán Holmes (Philip Ober), conocedor de sus habilidades como púgil, intenta que se una al equipo del ejército, pero Prewitt rechaza la propuesta. A partir de ese momento se ve sometido a toda clase de castigos y humillaciones tanto por parte de sus superiores como de sus compañeros. Sólo cuenta con la amistad y el apoyo del soldado Angelo Maggio (Frank Sinatra). Mientras tanto, el sargento Milton Warden (Burt Lancaster) y Karen (Deborah Kerr), la mujer de Holmes, viven una historia de amor adúltera. Pero la vida de todos cambiará con el ataque japonés a Pearl Harbor.

En el 2002, la película fue considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry.

Un intenso y amargo drama humano, con tipos que reaccionan de muy distintas maneras. El relato no es, precisamente, un modelo de novela rosa, y no le adornan las delicadas transparencias de la candidez y la pureza. No son edificantes las relaciones entre la esposa del capitán y el sargento, pero, en cambio, a cuanto sucede, tan a ras de tierra, lo ennoblece el sentimiento de lealtad y del cumplimiento del deber que los soldados patentizan en los momentos críticos. (Donald en ABC del 18 de abril de 1954)

La impresión más duradera que “De aquí a la eternidad” deja en el espectador sensible es, precisamente, la de una perfección difícilmente superable. Perfección en el magistral cálculo narrativo del guión, en la labor directora de Fred Zinnemann, que ha orillado cualquier influjo cerebral o de elaboración expresiva para construir una obra de auténtica firmeza clásica; perfección también en la actuación de unos comediantes que superan sus propias posibilidades (…). Perfección asimismo, por último, en la fotografía, en el montaje, en la música y en la adición de un doblaje excelente. (H.S.G. en La Vanguardia de 18 de abril de 1954)

Una película narrada con pulso firme por Fred Zinneman, quien configura el ataque nipón aunando tensión física y psicológica. La vehemencia amorosa queda ejemplificada en la popular secuencia que muestra a Burt Lancaster y a Deborah Kerr besándose efusivamente tumbados en la playa mientras la marea los recoge simulando un abrazo orgásmico. (AlohaCriticón)

Las pasiones son el lugar central en que se mueven los personajes, pasión por el ejército y pasión por el amor: Un hombre humillado pero disciplinado que buscará una huida en el cariñoso afecto de una prostituta, un suboficial leal, veterano y contradictorio, que encontrará una aventura efusiva sin punto de destino, un temperamental y simpático soldado amante de las juergas y el alcohol, y una mujer insatisfecha que vive en un paraíso lleno de hombres libidinosos son algunos de los personajes que encontramos en una película narrada con pulso firme por el maestro Fred Zinneman, quien construye el sorprendente ataque nipón de una manera más que efectiva, contado con suma tensión física y psicológica. (Guevara en El séptimo arte)

El guionista Daniel Taradash rescató, si no una gema, al menos un diamante industrial de alta calidad de esta dura novela. (Time Magazine)

La película cuenta una historia convincente con muchos de los elementos que las audiencias encuentran atractivos. (James Berardinelli)

Burt Lancaster y Montgomery Clift (...) logran hacernos sensibles esta complicidad en el sentido profundo de la justicia, esta amistad viril y austera mantenida con miradas fugaces, temas discretos y entrañables cuya responsabilidad es necesario atribuir a Fred Zinnemann. (Jean-José Richer en Cahiers du Cinéma, nº 34 de abril de 1954)

Una película así desperdiciada no está lejos de ser una película despreciable. (Louis Seguin en Positif nº 10 de mayo de 1954)

Basada en la novela de James Jones que también inspiró la serie televisiva homónima, éste es lo que los franceses llaman un "film-vedette". Con sus ocho Oscars a cuestas y la aureola de escándalo sensacionalista que rodeó su estreno, en su momento fue muy considerado. Con todo, hoy en día se ve reducido a un melodrama bien construido aunque con una enojosa tendencia al exceso. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 17 de abril de 1954.

Reparto: Burt Lancaster, Montgomery Clift, Deborah Kerr, Frank Sinatra, Donna Reed, Ernest Borgnine, Philip Ober.





miércoles, 14 de noviembre de 2018

Brokeback Mountain (2005). Ang Lee


Verano de 1963. Dos vaqueros, Ennis Del Mar y Jack Twist, se conocen mientras hacen cola para ser contratados por el ranchero Joe Aguirre. Los dos aspiran a conseguir un trabajo estable, casarse y formar una familia. Cuando Aguirre les envía a cuidar ganado a la majestuosa montaña Brokeback, entre ambos surge un sentimiento de camaradería que deriva hacia una relación íntima. Al concluir el verano, tienen que abandonar Brokeback y seguir caminos diferentes.

Indiscutible obra maestra en un Hollywood donde los hallazgos no menudean, Brokeback Mountain nos traslada a los memorables melodramas que otro extranjero, el cineasta de origen danés Douglas Sirk (mentro fílmico de Fassbinder y Almodóvar) rodó en el Hollywood de los años cincuenta. (Lluís Bonet Mojica en La Vanguardia del 22 de enero de 2006)

Sin duda Brokeback Mountain es una gran película, que trata asuntos de alto riesgo, hecha sobre un fondo visual y emocional exquisito y clásico, y que consigue ante la mirada del espectador un finísimo y elaborado trasvase de líquidos entre géneros y, lo que aún es más complicado, entre sentimientos. Podríamos estar en un “western” y podríamos estar ante una historia entre homosexuales… Podríamos estar en el terreno profundo del drama y podríamos estar ante una inabarcable historia de amor… (E. Rodríguez Marchante en ABC del 20 de enero de 2006)

Ang Lee (que ya abordó la temática gay en El banquete de boda, en tono de comedia) adapta un relato de Annie Proulx, convertido en guión por Larry McMurtry y Diana Ossana. Probablemente su peor defecto es que se nota la intención de vender una idea, la de la normalidad de las relaciones homosexuales. Pero Lee es un cineasta hábil, y sabe entre medias mostrar los desgarrones interiores de los protagonistas, incapaces de decir adiós a su relación, aunque sólo fuera porque ya se decantaron por otra opción (crear un hogar, cada uno con una mujer). Hay un buen trabajo de Jake Gyllenhaal y Heath Ledger, a costa de los personajes femeninos, muy esquemáticos y con comportamientos poco razonables. (Decine21)

Lee se introduce en la mitología del western y en cierta iconografía de la década, recordándonos en cierto modo a Sam Peckinpah, para hablarnos no tanto de una relación homosexual, que también, como de una relación de amor a secas; además, con los problemas que surgen alrededor de la misma, su imposibilidad, el dolor que supone la separación. El cineasta hace gala de un estilo austero, directo, seco pero no frío, analítico y profundo, arropado por unas más que excelentes interpretaciones y una música y una fotografía magníficas. La película quizá adolece de una duración excesiva y algo menos de metraje habría equilibrado y redondeado una obra ya de por sí excelente. (Israel Paredes en Sensacine)

Lo más interesante de la película es la significación de los escenarios en los acontecimientos y caracteres, muy plausible, digna de un Anthony Mann, aunque sin la mesura y equilibrio de éste, ya que presenta concesiones al esteticismo tan gratuito en estos tiempos que corren y al sobre-empleo de los mismos como medio de ocultación de otras carencias.
En cuanto a los personajes principales, correctamente interpretados por la pareja protagonista, el director de origen taiwanés, con sus guionistas Larry McMurtry y Diana Ossana, está tan preocupado en evitar estereotipos en la creación de los mismos que descuida el retrato de los secundarios, a los que sí acomoda dentro de clichés para (se supone) remachar el dilema moral y la dificultad de la vinculación romántico-sexual en un contexto poco devoto a la relación homosexual de Ennis y Jack…pasional para unos, emocionante para otros. Amodorrante e interminable para este que escribe. (AlohaCriticón)

Los que han hecho la película se han centrado con tanta atención y con tanto sentimiento en Jack y Ennis que la película es tan observadora como el trabajo de Bergman. (Roger Ebert)

Nunca me conmovió ni me entusiasmó demasiado lo que finalmente presencié en la pantalla, aunque no discuto los superlativos que la mayoría de mis colegas le han dedicado. (Andrew Sarris)

El León de oro de Venecia 2005 fomenta el aburrimiento en lugar de la emoción. Al hacer del western lo posible y lo imposible del relato, el cineasta se encuentra en el punto donde el impedimento de sus héroes converge con el suyo. (Eugenio Renzi en Cahiers du Cinéma)

El conjunto cae bastante rápido en el melodrama torpe donde todo está subrayado y en lo empalagoso, mientras que el tema pedía rigor y amargura. (Philippe Rouyer en Positif)

Ficción alimentada por la realidad, este objeto al margen, a priori no convencional, no es menos cine. Poderosamente evocador, genera en el espectador, al principio sorprendido luego conquistado, preguntas y emociones. (Manuel Merlet en Libération)

Sin apartarse aparentemente ni un átomo de la tradición, Ang Lee se atreve a mostrar, a lo largo de un par de décadas, las relaciones entre dos vaqueros, ambos hijos de granjeros y en origen, pobres y asalariados. Todo rezuma clasicismo en este film reposado y tranquilo. Pero lo que ha construido Ang Lee es también una suerte de programa antiwestern con todas las de la ley: aquí lo que se premia es lo cotidiano contra lo heroico, lo escondido ante lo visible, lo femenino contra lo masculino. Y el resultado es una película sencillamente asombrosa, con su tempo reposado y su furiosa carga de profundidad, con sus silencios y la belleza cálida de su historia de amor, una de las más respetuosas que haya visto este cronista en mucho tiempo. (Mirito Torreiro en Fotogramas)

Película estrenada en España el 20 de enero de 2006.

Reparto: Heath Ledger, Jake Gyllenhaal, Michelle Williams, Anne Hathaway, Randy Quaid, Linda Cardellini.



martes, 30 de octubre de 2018

Blade Runner (1982). Ridley Scott


A principios del siglo XXI, la poderosa Tyrell Corporation creó, gracias a los avances de la ingeniería genética, un robot llamado Nexus 6, un ser virtualmente idéntico al hombre pero superior a él en fuerza y agilidad, al que se dio el nombre de Replicante. Estos robots trabajaban como esclavos en las colonias exteriores de la Tierra. Después de la sangrienta rebelión de un equipo de Nexus-6, los Replicantes fueron desterrados de la Tierra. Brigadas especiales de policía, los Blade Runners, tenían órdenes de matar a todos los que no hubieran acatado la condena. Pero a esto no se le llamaba ejecución, se le llamaba "retiro". Tras un grave incidente, el ex Blade Runner Rick Deckard es llamado de nuevo al servicio para encontrar y "retirar" a unos replicantes rebeldes.

“Blade runner” es una película irregular, con momentos inspiradísimos, plásticamente logrados, con una realización a veces fascinante y una atmósfera lúgubre y brillante a la vez. Una obra llena de sugerencias, donde hay además, un buen reparto. (Pedro Crespo en ABC de 1 de febrero de 1983)

“Blade Runner”, entre la magia del cine negro de los cuarenta y una ciencia-ficción de espíritu realista. Un hallazgo. Hay que verla. (Ángeles Masó en La Vanguardia del 20 de enero de 1983)

Blade Runner es lo que es, una magnífica película de ciencia ficción a la vez que un excelente relato noir con replicantes en vez de delincuentes y corporaciones genéticas substituyendo organizaciones mafiosas. (Quim Casas en Sensacine)

'Blade Runner' pasa por ser una de esas razones por las que amar el cine, uno de los pocos títulos realmente imprescindibles del séptimo arte. Es tal la belleza y la complejidad de la obra que uno se queda casi sin palabras al querer describirla. (Juan Luis Caviaro en Espinof)

A nivel visual, 'Blade Runner' sigue siendo una de las obras más intrépidas y deslumbrantes de la historia del cine. Su versión de la ciudad de Los Ángeles es un paisaje permanentemente nocturno y hecho de claroscuros, lluvia y reflejos de neón, puro romanticismo 'noir'. La influencia de la ficción detectivesca de los años 40 se percibe en cada escena, en la atmósfera de derrota y melancolía pero sobre todo en la figura de Deckard, sabueso lacónico al que se le ve a la legua el parentesco con Humphrey Bogart y Robert Mitchum en la piel de Philip Marlowe. Puede que Harrison Ford fuera escogido para encarnarlo gracias al éxito de 'Star Wars', pero su interpretación le debe mucho menos al halcón milenario que a 'El halcón maltés' (1941). (Nando Salvà en El Periódico)

Gran parte de la carga erótica y la ambigüedad moral e ideológica de la película provienen del hecho de que estos personajes son casi los únicos que nos importan. (Jonathan Rosenbaum)

Esta es una película seminal, basada en clásicos más antiguos como Metropolis o Things to Come, pero que establece una visión generalizada del futuro que ha influido en las películas de ciencia ficción desde entonces. (Roger Ebert)

En estos días, es casi imposible encontrar una película de ciencia ficción que no tenga al menos una pequeña deuda con el estilo visual de Blade Runner. (James Berardinelli)

Sin lugar a dudas, (...) Blade Runner se ve con mucho gusto. (Alain Philippon en Cahiers du Cinéma)

La adaptación de la novela de Philip K. Dick, como se hizo en Blade Runner, muestra que (...) ni el tema ni las implicaciones interesaban a Ridley Scott. (Alain Garsault en Positif)

No esperando en principio nada bueno o esclarecedor de una historia de ciencia ficción, me pareció genial. (Philippe Garnier en Libération)

Memorable adaptación de la novela de Philip K. Dick, que se ha convertido en uno de los títulos clave del cine de los 80. A partir de una estética sombría e inquietante, Scott supo extraer las implicaciones más inquietantes del texto, en un conglomerado de sugerencias realmente atractivo. La armonía entre un discurso de resonancias metafísicas y la formulación estética resulta admirable. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 14 de enero de 1983.

Reparto: Harrison Ford, Rutger Hauer, Sean Young, Edward James Olmos, Daryl Hannah, Joanna Cassidy, Brion James, Joe Turkel, M. Emmet Walsh.




miércoles, 17 de octubre de 2018

Le placard (2001). Francis Veber



Un trabajador de una empresa de preservativos se entera de que va a ser despedido. Aconsejado por un amigo, se hace pasar por homosexual para demandar a la empresa alegando discriminación sexual. Sin embargo, la representación de su nuevo papel sólo le traerá quebraderos de cabeza y dará lugar a más de un malentendido.

Veber filma una de sus comedias simples de humor digerible para el gran público donde no se profundiza en los roles y la identidad sexual. (Eulàlia Iglesias en Sensacine)

El filme, aparentemente ligero y sin trascendencia, trata de la cuestión de lo políticamente correcto, de esa tendencia social hacia un respeto simulado pero que en realidad tiene más que ver con lo económico que con la aceptación real. (La butaca)

Farsa sobre la hipocresía social, que aparentemente tolera las condiciones sexuales distintas a la mayoría, pero que en el fondo guarda hacia ellas el mismo recelo de siempre, la película de Veber no es sólo un brillante ejemplo de comedia de situación, dirigida con soltura y gracia, sino también una llamada a una efectiva asunción y respeto de lo diferente. (Enrique Colmena en Criticalia)

Crítica a través del humor de cierta cultura empresarial. Francis Veber evita juzgar la homosexualidad (quien busque aquí un alegato por la causa, se equivoca), centrándose en cambio en destapar la hipocresía que antaño discriminaba y ahora concede trato de favor. (Decine21)

En Salir del armario, encontramos arreglado inteligentemente, un resumen del cine popular francés de los últimos veinte años. (Patrice Blouin en Cahiers du Cinéma)

Al vivir en los Estados Unidos, Veber se revela (...) en el fondo totalmente desconectado de la realidad de la sociedad francesa. El problema es que él es principalmente un guionista (...). De repente, su mecánica de risa, bien engrasada por otra parte, se vuelve vacía. (Olivier Nicklaus en Les Inrockuptibles)

Reaccionaria, ultraburguesa, la película asume su ingenio cobarde, ocultado sumariamente bajo la máscara de la benevolencia liberal. (Jean-Marc Lalanne en Libération)

La película transcurre con el ritmo dulce de una comedia parlanchina de los años 30. Ni una idea de cine. Hay dos siluetas femeninas para cinco pesos pesados de un elenco masculino típicamente veberiano. (Françoise Audé en Positif)


Lo extraño de la película es que Veber no haya sabido sacar partido a las situaciones equívocas que el argumento plantea y no aproveche ni las posibilidades satíricas, ni se decida por la farsa abiertamente jocosa. (Manuel Quinto en La Vanguardia del 7 de octubre de 2001)

"Realizada con la habilidad de alguien que, como Veber, conoce muy bien los viejos trucos de la comedia (...) Con un buen punto de partida, una parte central más bien lenta y un brillante final. Comedia sin otra pretensión que hacer reír, pero que funciona a la perfección." (Augusto M. Torres: Diario El País)


El talento como guionista cómico de Veber sabe rizar el rizo y eludir el posible maniqueísmo y “homofobismo” de tal premisa, dándole la vuelta y convirtiéndolo en una reflexión sobre cómo han cambiado las cosas (al vecino consejero le despidieron justamente por confesar lo mismo veinte años atrás) y sobre la hipocresía y bestialismo de los usos y costumbres empresariales y humanos. (Javier Cortijo en ABC del 5 de octubre de 2001)
  
En primer término, "Salir del armario" es una comedia agridulce sobre la mirada de los otros; su tema segundo es el crecimiento y la difusión de un rumor. Temas, por cierto, muy shakesperianos, que el maestro ilustró en "Mucho ruido para nada". (...) En la película ni sobra ni se dilata un solo plano; no se pierde en profundidades imprecisas; da mucho más de lo que promete gracias a unos diálogos y unos giros de guión que beben del gran Michel Audiard (¿alguien se acuerda?), y sus actores y actrices vuelan muy alto sin pasarse un pelo. (Marcos Ordóñez en Fotogramas)

Película estrenada en España el 5 de octubre de 2001.

Título español: Salir del armario.

Reparto: Daniel Auteuil, Gérard Depardieu, Thierry Lhermitte, Michèle Laroque, Michel Aumont, Jean Rochefort, Alexandra Vandernoot.


martes, 9 de octubre de 2018

Midnight Express (1978). Alan Parker


Billy Hayes (Brad Davis), un joven estadounidense, fue detenido en el aeropuerto de Estambul cuando se disponía a subir a un avión con varios paquetes de hachís. Acusado de uno de los delitos considerados más graves en Turquía, Billy es condenado a cuatro años de cárcel. En prisión sufrirá las atrocidades propias de un sistema penitenciario brutal e inhumano.

Formalmente, la película está bien resuelta y la interpretación revela, asimismo, los esfuerzos de los actores por incorporar sus personajes, poco creíbles todos ellos, más literarios que otra cosa, y que sirven más como pretexto para dar o recibir la violencia que como auténticos entes dramáticos. Por todo ello: por su equivocidad moral y por su repugnante brutalidad física “El expreso de medianoche” resulta una película desagradable, poco atractiva y bastante torpe. Aunque Alan Parker, su realizador, demuestre que sabe hacer un buen trabajo mecánico en cuanto a la planificación del filme. Pero éste toca demasiados puntos sensibles y lo hace sin destreza ni tacto. (Pedro Crespo en ABC del 19 de diciembre de 1978)

La dirección de Parker es perfecta y de ahí que el filme sea apasionante. Si Tom Gries nos convenció con “La casa de cristal”, Parker nos conmueve y nos acerca al problema con distintos toques de persuasión. Describe tanto la violencia como el proceso de desarrollo de la misma en prisión, con una reproducción de los hechos casi documental. Lo cual dice mucho tanto en lo que se refiere a la dirección como a la labor de Oliver Stone al adaptar la obra primitiva. (Ángeles Masó en La Vanguardia del 28 de diciembre de 1978)

"Fiel retrato de la desesperación. Desgarrado y efectista paseo por la desolación. Cuanto menos, un trabajo de impacto." (Luis Martínez: Diario El País)

Aunque el relato puramente genérico de superación y ansias de libertad es modélico y fiel al canon, la voluntad sensacionalista de Stone y Parker les llevó a modificar el libro de memorias de Hayes para añadir las cacareadas escenas de maltrato y violación por las que finalmente la película ha sido recordada. Anécdota epatante que no debería empañar la valía de un relato carcelario ejemplar. (Diana Albizu en Sensacine)

Parker logra convertir la prisión en un mundo completo, real y redondo, un microcosmos del comportamiento humano. (Roger Ebert)

Un estudiante universitario estadounidense (Brad Davis) capturado con marihuana es condenado a una prisión turca, y tanto el guionista Oliver Stone (adaptando libremente las memorias de Billy Hayes) como el director Alan Parker muestran su odio ideológico al dejar en claro que no podían dar dos alarmas al mismo tiempo: se podría hablar de cómo se trata a los prisioneros indígenas, pero todo lo que se supone que importa es la pornografía del sufrimiento soportado por un aseado joven estadounidense. Además de ofrecer una referencia cruzada interesante al último film de Stone Nacido el 4 de julio, es un melodrama efectivamente grandilocuente y automasoquista que podrías disfrutar si envías a tu cerebro de vacaciones. (Jonathan Rosenbaum)

Esta película contra las prisiones en general y contra la concepción de la justicia de los turcos, en particular, recurre a la antología de los peores clichés xenófobos y racistas. (Libération)

Hay en Midnight Express un espíritu xenófobo, por no decir racista, que hace que la película sea insoportable y peligrosa. (Jacques Siclier en Le Monde)

La puesta en escena de Alan Parker le da a la historia un relieve innegable, aunque los efectos dramáticos no son, tampoco de una impactante novedad. (Michel Marmin en Le Figaro)

Uno de los ejercicios de racismo más sibilinos que jamás se hayan producido, vendido además bajo la etiqueta del progresismo. La historia real de un norteamericano detenido en Turquía por tráfico de drogas se convierte en una pesadilla resuelta con un efectismo impactante pero digno de mejor causa, como siempre sucede en la obra de su director. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 18 de diciembre de 1978.

Título español: El expreso de medianoche.

Reparto: Brad Davis, John Hurt, Bo Hopkins, Irene Miracle, Randy Quaid, Paolo Bonacelli, Paul Smith.


lunes, 1 de octubre de 2018

El desconocido (2015). Dani de la Torre


Carlos, ejecutivo de banca, comienza su rutinaria mañana llevando a sus hijos al colegio. Cuando arranca el coche, recibe una llamada anónima que le anuncia que tiene una bomba debajo del asiento y que dispone apenas de unas horas para reunir una elevada cantidad de dinero; si no lo consigue, su coche volará por los aires.

Alberto Marini, que en Mientras duermes, otro thriller, ya había demostrado cierta observación social alrededor de la lucha de clases, en aquella ocasión a través de los ojos de un portero de finca, ha escrito un artefacto que en manos de Dani de la Torre se vuelve irresistible por su manejo de la puesta en escena, de los tiempos, del montaje, de las reacciones, de las miradas, de los puntos de vista, de las mínimas pausas. (Javier Ocaña en El País)

Se hablaba en los festivales de «El desconocido» como un filme rápido, trepidante, con viveza en todos sus matices. Se han quedado cortos. Es una película voraz, tan angustiosa en momentos cumbres que convierte al espectador en una víctima encerrada en un atáud mínimo enterrado boca abajo, bloqueados en un ascensor enano atascado casi de por vida, tal es la sensación de indefensión que se produce. (José Manuel Cuellar en ABC)

De la Torre y Marini, además, cargan de contenido social El desconocido con un comentario sobre la deshumanizada, depredadora labor de la banca, que alude a las preferentes y hace cuestionar al respetable quién es el malo y quién el bueno de la película; es un apaño argumental un tanto ingenuo, aunque no resta fuerza a la ópera prima del realizador en tanto que obra de en­tretenimiento digna y bien fa­bricada. (Jordi Batlle Caminal en La Vanguardia)

Estamos ante una película excelente durante sus dos primeros actos pese a no tener el mejor de los guiones, algo que acaba dañándola en un tramo final fallido, en especial cuando tiene que dar explicación a su potente premisa. (Mikel Zorrilla en Espinof)

Quizás se note la condición primeriza del realizador en el tramo final, que se alarga un poco más de lo necesario, quizás con algún diálogo un tanto reiterativo o innecesario. Pero este defecto no hace naufragar el conjunto, ni ensombrece el mérito de que El desconocido introduce equilibradas críticas al sector bancario, en relación con la actualidad, tratando de defender todas las posturas, y advierte de los riesgos de descuidar a la familia. En suma, cuenta con todas las papeletas para seducir al gran público. (Decine21)

El director gallego aprovecha para desplegar un riguroso ejercicio de tensión y suspense, en el que una ágil dirección y un preciso montaje impiden igualmente al espectador levantarse de la butaca. En definitiva, se trata de una propuesta de cine comercial de calidad, que puede mirar a la cara al referente hollywoodiense y que acerca a De la Torre a otros artesanos contemporáneos que ya marcaran la pauta, como el Daniel Monzón de Celda 211, con la que comparte algunas virtudes más allá del protagonismo estelar de Tosar. (Alberto Lechuga en Sensacine)

Pese a que el director de 'El desconocido' cite como referentes suyos a Michael Mann o Tony Scott, hay en la frenética aventura urbana de Luis Tosar algo de esas series B de bastantes años atrás. Puede que la culpa sea del guionista Alberto Marini, que ya convirtió a Tosar en un psicópata singular en 'Mientras duermes' (Jaume Balagueró, 2011), y que aquí se preocupa de que Dani de la Torre tenga una historia interesante que defender, más allá de sus conocimientos técnicos innegables y de su sentido del ritmo. ¿Ritmo y estética televisivos? Tampoco es eso. (Pere Vall en Fotogramas)

Película estrenada en España el 25 de septiembre de 2015.

Reparto: Luis Tosar, Goya Toledo, Javier Gutiérrez, Elvira Mínguez, Fernando Cayo, Paula del Río, Luis Zahera.

miércoles, 19 de septiembre de 2018

It Happened One Night (1934). Frank Capra


Ellie Andrews, una joven y caprichosa heredera, consigue escapar del yate de su padre, que la había encerrado para evitar su boda con un hombre poco recomendable. En el autobús que coge, con destino a Nueva York, conoce a Peter Warne, un simpático y atractivo reportero, que busca una buena historia. El azar y las circunstancias unirán a Ellie y a Peter en un accidentado y divertido viaje.

Frank Capra ha realizado con este film, una de sus más finas producciones; más acabadas, sobre todo. La historia, insistimos, es, simplemente, un diálogo, y no en su sentido escénico. Precisamente es esta particularidad lo que más admira del film. Los protagonistas no abandonan un solo momento el rayo de luz del objetivo; lo demás son fugas rapidísimas, captadas con precisión por la cámara, que más que correr, vuela. (J. Ruiz de Larios en La Vanguardia del 17 de octubre de 1934)

Suma de aciertos, cristalizados en una película de primerísima calidad, en la que se han acumulado las dificultades para vencerlas en un alarde de auténtico cinema. Capra, animador de tantos bellos films, hábil catador de los más diversos estilos, empieza a señalar su personalidad en este difícil género, que bajo su aparente frivolidad no excluye nunca la nota emotiva, conseguida con la mayor ternura y la más limpia trayectoria sentimental. Claudette Colbert y Clark Gable han logrado su mejor película. Perfectos de gesto, encuentran innumerables ocasiones para poner a prueba su talento en unos papeles que, por no abandonar en ningún momento el campo de la cámara, necesitan una flexibilidad y unos recursos escénicos que no habíamos sospechado en ninguno de los dos. De ahí la satisfacción con que registramos el hallazgo. Porque ni en ella ni él –áspero siempre- habíamos encontrado antes la justificación del prestigio que aureola sus nombres a través de la prensa norteamericana. (Antonio Barbero en ABC del 31 de octubre de 1934)

Estamos, por tanto, ante un film que combina (y de manera ejemplar) comedia romántica y comedia social gracias al magnífico guion de Robert Riskin y, sobre todo, a la habilidad de Capra para plasmar la realidad de las clases más populares a través de las vivencias, anhelos, alegrías y frustraciones del hombre corriente, verdadero protagonista de toda su filmografía (en palabra del propio Capra: “Me ocuparé de las dudas del hombre insignificante, de sus maldiciones, su pérdida de fe en sí mismo, en su semejante, en su Dios. Y mostraré la superación de las dudas, la valerosa renovación de la fe, y la convicción final de que puede y debe sobrevivir por sí mismo, y seguir siendo libre”). (Cinema esencial)

Con un ritmo muy dinámico “Sucedió una noche” resulta un título muy divertido y, aunque contemplado hoy en dia tiene un desenlace muy previsible, debido fundamentalmente a la cantidad de “sucesoras” que ha tenido, en su momento supuso un éxito arrollador de crítica y público, ya que, si no es la primera, es seguramente una de las primeras comedias románticas de la historia del cine, redonda en todos los aspectos,y muy recomendable sin duda alguna para tod@s l@s adict@s a este tipo de comedias, otra joya más en el haber del genio del sentimiento, el gran Frank Capra. (Inma del Moral en AlohaCriticón)

Esta comedia pertenece a un estilo que se puso de moda en los años 30, conocido con el nombre de screwball comedy. Una mezcla de acción, humor, amor y situaciones algo disparatadas, que entretienen al espectador desde el principio hasta el final. Con ella, Frank Capra consiguió un éxito enorme. Capra no abandona esa visión crítica velada de la sociedad norteamericana, mostrada siempre en un tono positivo y con un talante optimista. (Decine21)

Este es Capra en su mejor momento, muy divertido y muy ligero, con un mínimo de postura populista. (Dave Kehr)

Una de esas historias que sin una trama particularmente fuerte se logran a lo grande, debido a la actuación, el diálogo, las situaciones y la dirección. (Variety)

En lugar de intentar un estudio periodístico de viajes en autobús, regularmente puntuado por toques cómicos, el director Frank Capra y Robert Riskin, que adaptaron la historia de Samuel Hopkins Adams, fusionaron las dos cosas. (Time)

Es un lugar común decir que la grandeza de la comedia clásica de Hollywood proviene de su velocidad. Literalmente, ¿esta propiedad no le permite cruzar una distancia extraordinaria en poco tiempo? Sucedió una noche, en la medida en que empuja a su héroe a pisar una diferencia radical de clase, de fortuna, es tal vez la comedia de los años 30 que responde de manera más brillante a esta definición. (Critikat.com)

Una de las grandes comedias de su director, que consagró definitivamente a sus protagonistas. Proponía el viaje a través de los Estados Unidos de una rica heredera fugitiva y un periodista vividor. Las brillantes situaciones y el espíritu vitalista deparan un ejemplar espectáculo, donde la diversión no impide mostrar la realidad de un país en un momento histórico nada fácil. La película consiguió los cinco grandes premios en la gala de los Oscar del año 1935, Película, Director, Actriz, Actor y Guión. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 16 de octubre de 1934.

Título español: Sucedió una noche.

Reparto: Clark Gable, Claudette Colbert, Walter Connolly, Roscoe Karns, Jameson Thomas, Ward Bond.





martes, 4 de septiembre de 2018

Saturday Night Fever (1977). John Badham


En Nueva York, después de trabajar toda la semana en una tienda de pinturas de Brooklyn, Tony Manero (John Travolta) se prepara esmeradamente para disfrutar de la noche del sábado en la disco: se empapa en colonia Brut, se pone una camisa de flores ajustada, pantalones de tela de gabardina y zapatos de plataforma. En la discoteca de moda, Tony deslumbrará a todos con lo que mejor sabe hacer: bailar.

Aunque la historia maneja estereotipos y es básica en sus conflictos… pugna entre pandilleros, prejuicios raciales, familia disfuncional, choque generacional, romance con diferencia social, inmigración… su exposición es dinámica, estilosa, intensa, agridulce. Utiliza con acierto sus escenarios urbanos; el retrato moral y cultural de una época es válido con empleo de contrastes; las coreografías son excelentes; y, aunque muchos de sus personajes se ventilan en pocos trazos, tiene interés la evolución del antihéroe central y, sobre sus acciones, la significación del instante, del efímero hedonismo, como fin o medio del “triunfo” social. (AlohaCriticón)

La parte dramática de la película, filmada con el estilo seco y contundente del cine de los setenta, le da una profundidad que ha hecho que el film sea interesante más allá del retrato sociológico que hace de un momento concreto en el tiempo, alternando dramatismo costumbrista con violencia seca, en una mezcla tonal y temática muy interesante; que queda algo supeditada en una visión superficial originada por su utilidad como cápsula temporal. (El cinéfago de la Laguna Negra)

Muy a menudo considerada como una simple película de baile como las que encontraremos en la década siguiente, SNF es principalmente una película que describe a los jóvenes italoamericanos de Brooklyn, nacidos de padres inmigrantes. No estamos lejos de Scorsese y sus primeras películas, como Who's That Knocking At My Door o Mean Streets. Esta es una comedia dramática. Donde los buenos sentimientos aparecerían al final en cualquier película banal, algunos se sorprenderán al ver que SNF termina con un final no feliz y bastante deprimente y realista que nos saca de la película con verdadera desesperación frente al destino del héroe, sin futuro, que permanece en suspenso. El muy interesante John Badham está felizmente detrás de la cámara. Esta película fue una muy buena sorpresa. Una película que sigue siendo principalmente un drama muy realista, muy enraizado en su década, muy desencantado (como Rocky), incluso si sigue siendo para el público (con razón, de todos modos) una referencia en las películas de discoteca. Travolta también está excelente en la película, y no sólo por su talento para el baile, sino especialmente porque nos da aquí una actuación extraordinaria. (Clarence182 en Allocine)

El ritmo de la película y los movimientos de la cámara así como las propias interpretaciones de los personajes, están directamente influenciados por su banda sonora, son su prolongación plástica, más que su interpretación. (...) John Badham sirve las imágenes del filme con un ejemplar sentido artesanal de la subordinación a la música, como vehículo de comunicación entre las canciones, Travolta y el público, sin permitirse ninguna concesión artística, logrando un producto sumamente comercial, de indiscutible impacto juvenil. (Pedro Crespo en ABC del 27 de abril de 1978)

"El modo en que 'Saturday Night Fever' fue dirigida y filmada hace que sintamos la atracción de la discoteca, y su brillo transformador. Con algunas de las escenas de baile pop más hipnóticamente bellas jamás filmadas (...) Travolta se mete tan dentro del papel que parece incapaz de dar una nota falsa (...) 'Saturday Night Fever' transmite algo profundamente romántico: la necesidad de moverse, de bailar y de ser quien quieras ser. El Nirvana es el baile: cuando la música se detiene, vuelves a ser normal." (Pauline Kael)

"La música y las escenas de baile son deslumbrantes (...) la cámara ocupa la pista de baile tan bien que realmente entendemos el atractivo por el mundo de la disco, a pesar del vacío y la crueldad que los personajes encuentran allí. (...)" (Roger Ebert)

La efímera consagración de John Travolta se produjo a través de este film, que suponía algo así como la mitificación de las discotecas consideradas como objetivos vitales. La mísera odisea de su protagonista, que basaba sus aspiraciones de ascensión social en el éxito como bailarín, sería repetida en infinidad de productos similares. Su ínfima entidad moral no impide que posea cierta habilidad formal. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 19 de abril de 1978.

Título español: Fiebre del sábado noche.

Reparto: John Travolta, Karen Lynn Gorney, Val Bisoglio, Donna Pescow, Martin Shakar, Joseph Cali, Julie Bovasso, Sam Coppola.




martes, 14 de agosto de 2018

Den skaldede frisør (Love Is All You Need) (2012). Susanne Bier



Dos familias se reúnen en la localidad italiana de Sorrento para asistir a una boda. Philip, un hombre de negocios dedicado a la venta de verduras, e Ida, una mujer enferma de cáncer que ha perdido el pelo y ha dejado a su marido son los protagonistas.

"La trivialidad, que podría ser su cara más reprochable, es precisamente lo que le otorga a esta película su envoltorio más encantador (...) Una comedia amable que no oculta su dureza ni se avergüenza de sus ternuras." (Oti Rodríguez Marchante en ABC)

Si las últimas películas de Susanne Bier eran melodramas para espectadores que jamás reconocerían necesitar un culebrón, Amor es todo lo que necesitas es una purísima comedia romántica para quienes afirman repudiar a Jennifer Anniston o a Sandra Bullock sin asumir que necesitan la droga sentimental que ambas divas suministran. Pero sería injusto negar que la (mecánica) trama del último trabajo de Susanne Bier se levanta, esquivando el peligro de los arquetipos, sobre un reconocible —y sensible— material humano: la escena en la que Pierce Brosnan cubre el cuerpo desnudo, recorrido por las huellas de la lucha con su enfermedad, de la Dyrholm no es el tipo de material que uno encuentra en una comedia romántica al uso. (Jordi Costa en El País)

"El principal problema: lo previsible y gastados que lucen cada uno de los resignados argumentos. Eso sí, la gracia con la que están dibujados los personajes ayuda." (Luis Martínez en El Mundo)

La película se plantea, desde su misma gama cromática, como apuesta vitalista por un sentimiento entendido como valor absoluto, como algo, en definitiva, más poderoso que la razón.
Bier no transgrede el género, pero sí que coloca en su centro algo desgraciadamente poco habitual: vida y verdad, encarnada en esa Trina Dyrholm que es personaje orgánico y matizado y no arquetipo. El buen timing cómico que la Bier revela con el eficaz plano de un Pierce Brosnan contemplando sus patillas en el retrovisor o el enervante personaje que compone Paprika Steen, una veterana del Dogma, demuestran que a la cineasta danesa no le ha sentado del todo mal probarse este traje ligero tras tanto melodrama. (Jordi Costa en Fotogramas)

Al final, la sensación es pareja a la encontrada en otros films de la directora: ella y su guionista están tan ensimismados en añadir puntos de conflicto al guión que se olvidan de los personajes. Eso importa menos cuando se juega con caricaturas (la tía egocéntrica y neurótica de la genial Paprika Steen, otra actriz formada en la escuela Von Trier-Vinterberg), pero resta todo atisbo de naturalidad a la historia de romanticismo terapéutico principal. Que, sin embargo, en última instancia puede concluirse que funciona. Pero más por el esforzado trabajo de un cuidado reparto y los clichés con los que el espectador va reencontrándose que por un trabajo cinematográfico preciso. (Daniel Partearroyo en Sensacine)

Sin ser una de sus películas más intensas, ‘Amor es todo lo que necesitas’ resulta un film muy bien mesurado que sabe condensar momentos divertidos con una realidad dramática, en un relato sobre segundas oportunidades. Una cinta verdaderamente agradable y auténtica, con historias de amor más cercanas y alejadas del estereotipo de pareja joven que se enamora, para mostrar unos personajes genuinos a los que la vida empuja a cambiar. (Miriam Figueras en Espinof)

Aunque logra hacer reír en ocasiones, tiene un trasfondo de drama que da pie a la reflexión sobre las relaciones familiares, la enfermedad, la infidelidad y la necesidad del amor. Viene a ser como si la realizadora quisiera demostrar que su dominio de la realización da de sobra para rodar secuencias de comedia, pero no desea olvidar que la vida también es trágica. (Decine21)

Lo que es notable es cómo la película de la Sra. Bier, en danés e inglés, encuentra belleza en sus momentos tranquilos, que son muchos y cercanos. (Joe Morgenstern en Wall Street Journal)

La puesta en escena lucha por encontrar su ritmo y su forma. (Pierre Eisenreich en Positif)

Una comedia romántica conmovedora, bellamente escrita y finamente interpretada. (Sandrine Marques en Le Monde)

Película estrenada en España el 21 de diciembre de 2012.

Título español: Amor es todo lo que necesitas.

Reparto: Trine Dyrholm, Pierce Brosnan, Kim Bodnia, Paprika Steen, Sebastian Jessen, Molly Blixt Egelind.


viernes, 10 de agosto de 2018

The Collector (1965). William Wyler


Freddie Clegg, un empleado del Banco de Londres, es un hombre introvertido y triste que se dedica a coleccionar mariposas. Su vida cambia bruscamente cuando le toca la lotería, pues entonces decide secuestrar a Miranda Grey, una joven estudiante de arte por la que se siente atraído desde hace tiempo. Compra una casa en las afueras de Londres y retiene a la chica en el sótano un mes. Durante ese tiempo afloran en los dos personajes sentimientos encontrados.

El coleccionista es la obra de un maestro. La brevedad del tema se vería incapaz de abastecer el largo curso de la película si no fuera por la serie de matices que Wyler ha ido pegando como un festón de singularidades estremecedoras a la orilla de una misma y obsesionante situación. (G.E. en ABC del 22 de diciembre de 1965)

Todo el film es un ejercicio de estilismo artístico, a un mismo tiempo simple y sabio, complicado y escueto. No hay un solo instante de desfallecimiento o de desvío en esa rectilínea trayectoria que se ha trazado Wyler para mantener la emoción en este oscuro drama de la obsesión morbosa y criminal. (A. Martínez Tomás en La Vanguardia de 19 de enero de 1966)

El tímido y complicado coleccionista siente por la chica el mismo amor que por las mariposas: poseerlas para contemplarlas en una vitrina, para admirarlas; quizá por eso, para dar juego a la etimología, la joven responde al nombre de Miranda. Freddie sustituye la vitrina por el sótano de la casa, y Wyler no aparta la cámara de esos cuatro muros y de los dos personajes, enfrentados en un loco encuentro. La claustración física y la incertidumbre sobre el desenlace de la historia son subrayados por la indefinición fotográfica de los contornos, por la deliberada elección de colores sucios que acentúan la existencia subterránea de la pareja. (...) Mientras la primera parte del filme se sostiene gracias a la ambigüedad del maníaco, ilusionado con la posibilidad de ser amado, Wyler recurre, cuando avanza la segunda parte, a los clichés comerciales, con un final poco convincente. (El País)

La evolución de Frederick hace que ya de forma diáfana hacia el ecuador del film, podamos catalogar su personalidad como de psicópata, un psicópata edulcorado, amable, vulnerable, pero psicópata al fin y al cabo, siendo el leit motive de su actuación no el infringir daño sobe su victima, sino satisfacer sus deseos a cualquier precio. La psicosis va in crescendo, mostrándose al final como un ser sin ningún tipo de remordimiento ni escrúpulo, amoral, abyecto, eclosionando de forma abrupta, brutal, el monstruo que anidaba en su interior. Pudiéndose afirmar que el film termina en los albores de una película actual de la temática. (AlohaCriticón)

La sorpresa ante el visionado de El coleccionista es constatar cómo Wyler incorpora con extraordinaria elegancia toda una serie de recursos y elementos que se dirían ajenos a su estilo (o al menos no definitorios del mismo) sin caer en ningún momento en vicios formales tan característicos de la época (los infumables zooms, por citar uno de los más recurrentes) o en piruetas narrativas destinadas a obtener el beneplácito del público ávido de artificios más bien cuestionables. (Cinema esencial)

El film, referente obligado del posterior cine de psicópatas, logra superar inconvenientes como su aire claustrofóbico, o el reducirse en la práctica al tencontén entre los dos protagonistas. Hay además buenos momentos de suspense, como la inesperada visita de un vecino. Terence Stamp y Samantha Eggar están magníficos, y ambos fueron premiados por su interpretación en el Festival de Cannes. En el capítulo de los Oscar, tuvo tres nominaciones, para el director, el guión y la actriz. (Decine21)

Adaptación de una novela de John Fowles con un planteamiento similar al de "Átame", aunque con un tratamiento muy distinto. La situación límite del secuestro pasional está llevada hasta sus últimas consecuencias dentro de una tónica racionalista. Tiene sentido de la tensión, pero no siempre conserva el deseable sentido del ritmo. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 20 de diciembre de 1965.

Título español: El coleccionista.

Reparto: Terence Stamp, Samantha Eggar.



miércoles, 1 de agosto de 2018

Conviction (2010). Tony Goldwyn



Betty Anne Waters es un ejemplo de estoicismo, solidaridad y entrega. En 1983, su hermano Kenny fue condenado a cadena perpetua por un asesinato que no cometió. Por aquel entonces, Betty Anne, que trabajaba como camarera en un bar, era una mujer de 28 años divorciada y con dos hijos. Completamente convencida de la inocencia de su hermano, se puso a estudiar derecho y cuando terminó la carrera se convirtió en su representante legal para luchar por conseguir su exculpación.

Estamos, pues, ante una película de la estirpe de «Erin Brokovich», aunque sin el sano escepticismo de Soderbergh y con el almibarado añadido de una relación fraternal más grande que la vida. Una película que se limita a ilustrar su tesis obviando lo más importante: que seis meses después de ser liberado, Kenny Waters murió de la forma más absurda. (Sergi Sánchez en La Razón)

"Hilary Swank busca su 'Pena de muerte' y le sale un telefilme. (...) Si queda algo por encima de la media es por el empeño de Swank (...) algunas actuaciones aisladas y el clásico ritmo adictivo de las películas de abogados" (Manuel Piñón en Cinemanía)

Mostrar las fisuras del sistema judicial y el derrumbe del entorno familiar de la protagonista constituyen los ejes de una historia para cuya convicción habría necesitado el oficio de grandes directores del pasado como Arthur Penn o Richard Brooks, de talante liberal, que denunciaron el hecho de que la justicia, sin dinero, no siempre es igual para todos. (Lluís Bonet Mojica en La Vanguardia)

El largometraje se salva de la linealidad y la neutralidad precisamente por los momentos de flashbacks que tiene. Incluso nos llegamos a encontrar con flashbacks de segundo grado; uno dentro de otro, al más puro estilo ‘Origen’ (2010) o ‘Nivel 13’ (1999), pero esta vez sin sueños de por medio. Éstos otorgan el peso merecido a la pareja protagonista y disponen el lienzo sobre el que van a trabajar sus (esto sí) solventes actores. (María Jesús Pérez Girón en La huella digital)

"No hay rostros ni cuerpos en la película de Goldwyn, y por lo tanto no hay conflicto. Todo aparece en el mismo nivel, sin rugosidades ni pliegues".(Carlos Losilla en Cahiers du Cinéma España)

La narración de Goldwyn parece funcionar mejor cuando sigue fórmulas preestablecidas (el montaje durante el que Betty Anne descubre la existencia de las pruebas de ADN que formarán una parte vital de su alegato) que cuando intenta una alternancia entre líneas temporales con flashbacks que recuerdan la infancia de los dos hermanos mientras los distintos juicios tienen lugar. Es decir, cuanto más se parece a un telefilm de lujo con grandes intérpretes, menos irritante resultan sus manipulaciones emocionales. (Diana Albizu en Sensacine)

La historia genera ese tipo de urgencia que sentimos cuando un personaje obviamente tiene razón y se enfrenta a la estupidez y la mezquindad. Entrega. (Roger Ebert)

Betty Anne Waters endulza la verdadera historia en la que se basa, y el director Tony Goldwyn conecta diligentemente los puntos del guión de Pam Gray. (Peter Travers en Rolling Stone)

La calidad de la actuación es constantemente alta y la energía crepitante del Sr. Rockwell contribuye en gran medida a compensar el tono predominantemente serio de la película. (Joe Morgenstern en Wall Street Journal)

Aunque eficaz, la puesta en escena parece teledirigida, los trémolos de piano anuncian hasta los cambios de lugar. (Eithne O'Neill en Positif)

La película se ve sin disgusto, pero sin pasión, debido a una puesta en escena impersonal. (Christophe Carrière en L'Express)

Conviene reivindicar una película que, como el cine clásico de Hollywood, se preocupa de contar bien una pequeña historia, perdida en la América profunda, confundida con otros tantos relatos criminales parecidos. Si queremos y tenemos cultura cinéfila rica y exigente, podemos encontrarle ecos de Yo creo en ti (Henry Hathaway, 1948) o A sangre fría (Richard Brooks, 1967), pero es mejor valorarla por su seriedad, educación y crudeza fuera de modas catódicas. (Pere Vall en Fotogramas)

Película estrenada en España el 15 de julio de 2011.

Título español: Betty Anne Waters.

Reparto: Hilary Swank, Sam Rockwell, Minnie Driver, Melissa Leo, Juliette Lewis, Peter Gallagher.