martes, 16 de mayo de 2017

French Cancan (1955). Jean Renoir


Monsieur Danglard contrata a Nini, una chica que trabaja en una lavandería, y a otras atractivas jóvenes para que se unan a su compañía de teatro. Danglard tiene previsto abrir un cabaret en París, el Moulin Rouge, donde la gran atracción será el cancán. A pesar de que tiene novio, Nini es seducida por Danglard, pero su principal admirador es el príncipe Alexandre.

Es fácil pues encontrar las referencias a los pintores impresionistas coetáneos de la época en la que se desarrolla la película, utilizados por Renoir para establecer en un contexto pictórico lleno de color, en el que establecer una muy inteligente fusión entre clases altas y bajas, otro de los temas constantes en muchas cintas del cineasta. En ‘French Cancan’ ésta se realiza a través del júbilo que proporciona el espectáculo y el baile, como si el divertimento, el pasarlo bien, fuera la única forma de unir no sólo a ambos lados, sino a todo tipo de gente. (Blog de cine)

El film suma comedia, drama, musical y romance. Explica la historia que lleva a la creación e inauguración (1889) del teatro de variedades “Moulin Rouge”, en Montmartre. La historia que se cuenta es sencilla y liviana. Se centra en los devaneos, intrigas y conflictos amorosos de bailarinas y pretendientes. Dentro del film el argumento cumple una función clara y definida al servicio de los objetivos del realizador. Entre éstos, sobresalen la exaltación de la vida, la alegría de vivir, el placer, el hedonismo, la amistad, la libertad, etc. Propone una concepción de la vida basada en la alegría, la diversión, la fiesta, la comunicación con los amigos, el buen humor, la música, el baile, la canción y el amor. Habla del sexo, el adulterio y la infidelidad como prácticas inocentes, razonables y aceptables. Las envidias y los celos carecen de importancia en un mundo en el que abundan las oportunidades amorosas. La música y el baile tienen propiedades curativas: ayudan a desactivar los resentimientos y a resolver los problemas, animan los sentimientos positivos, acrecientan el amor y potencian la felicidad. (Miquel en Film Affinity)

La cariñosa película de Renoir no tiene la clase del Moulin Rouge de John Huston, pero es un entretenimiento divertido como puro espectáculo sentimental. (Bosley Crowther)

La compulsión de que "el espectáculo debe continuar" es el hilo conductor de French Cancan y ayuda a explicar por qué es más imaginativo que un musical rutinario.  Es un musical y una comedia, pero es algo más, es el retrato de un empresario para el cual abrir un teatro y producir un espectáculo son las más elevadas metas de la vida. (Roger Ebert)

Concluye con una magnífica secuencia de 10 minutos donde, en la noche del estreno, un coro de bailarinas elegantemente vestido levantan a la audiencia con una interpretación del cancán, cuya belleza cinética se acelera en un crescendo constante hasta un clímax poderosamente erótico, por no decir orgásmico. (The Guardian)

Una brillante evocación del París de fin de siglo que toma como pretexto la anécdota de la creación del Moulin Rouge. Es un espectáculo eminentemente colorista, en el que Renoir rinde homenaje a la pintura francesa de la época. Al margen de estas características formales, encierra otra dimensión: la amargura que envuelve en todo momento a una historia aparentemente trivial y desenfadada. (Fotogramas)

Película estrenada en España en 1959.

Reparto: Jean Gabin, María Félix, Françoise Arnoul, Jean-Roger Caussimon, Giani Esposito, Philippe Clay, Michel Piccoli, Dora Doll, Michèle Philippe, France Roche, Edith Piaf, Patachou, André Claveau, Jean Raymond.





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