martes, 27 de enero de 2015

L. 627 (1992). Bertrand Tavernier


Lucien Marguet es un experto policía convencido de que con su trabajo contribuye a mejorar la sociedad. Lleva más de trece años ejerciendo su profesión con tenacidad. Cree en la justicia y en el respeto de las normas establecidas. Pero le va a costar conservar sus ideas cuando le destinan a la brigada de lucha contra el narcotráfico. Se encuentra con un mundo distinto, del que no tenía noticia. Debe adecuarse enseguida a las circunstancias, aunque para ello tenga que cambiar su manera de trabajar. Su batalla no parece tener fin, porque mientras él se agota con persecuciones y labores de vigilancia, los narcotraficantes no cejan en sus continuas violaciones de la ley. 

Film coescrito con un antiguo policía, Michel Alexandre, que describe la vida cotidiana de la brigada de estupefacientes de París. El título del film hace referencia al antiguo artículo del Código de salud pública francés, que prohibe el consumo y el tráfico de estupefacientes. Simboliza el desfase entre los medios previstos por la ley y los que efectivamente son puestos a disposición de la policía.

La ambición de Bertrand Tavernier era rodar un film realista sobre las condiciones de trabajo de los policías de calle. Así, se prohibió a sí mismo todos los tipos de plano clásicos del film policíaco, muy inspirados por el cine americano o, en Francia, por las películas de Jean-Pierre Melville. Las escenas de acción son filmadas con distancia focal en su mayor parte, las escenas de persecución, en oposición a las carreras de persecución tradicionales del cine, son filmadas sin las convenciones del género (sin planos cercanos de las ruedas del vehículo o del capó del coche, por ejemplo).

Ley 627 se sitúa de manera casi exclusiva en el punto de vista de los policías, en primer lugar el del personaje principal, Lucien "Lulu" Marguet. Numerosas escenas son del tipo de cámara oculta filmadas desde vehículos camuflados. Las persecuciones comportan pocos planos de situación, privilegiando la mirada de la brigada.El film dedica una atención especial a la relaciones complejas y a veces ambigüas entre policías y soplones: "Tú no tienes amigos, sólo tienes soplones" dirá Cécile (Lara Guirao) a Lulu (Didier Bezace).
Sin embargo, Ley 627 se interroga igualmente sobre el entorno social de consumo y tráfico de drogas, la precariedad que lo envuelve. Los consumidores son descritos en un estado de angustia social (escondrijos insalubres, prostitución) y fisiológica (la dependencia no la podía aliviar ningún medicamento en esa época).

 Ley 627, en su acercamiento realista al tema, informa sobre la insuficiencia de medios de que disponen las brigadas: locales inadaptados y exiguos (prefabricados en un solar), falta de vehículos disponibles, penuria de papel carbón para los procesos verbales, etc. Apoyado por numerosas anécdotas aportadas por el guionista y antiguo policía Michel Alexandre, el film denuncia el desfase entre la formación teórica y la práctica sobre el terreno, los cursillos inútiles, las carreras de estadísticas y el peso del papeleo administrativo.
El equipo heterogéneo de "buenos" y "malos" policías debe probar su astucia, ya sea para procurarse o reparar su material o, en una interpretación ligera de las leyes, para pagar y proteger a sus soplones. "Si se quiere hacer correctamente nuestro trabajo, es necesario estar en la ilegalidad  durante las 24 horas" dice Lulu.
El estilo realista de Ley 627 ha influenciado considerablemente las series de policías aparecidas en el transcurso de los años 90.

Atractiva incursión de Tavernier en el terreno policíaco. Uno de los directores más directos y comprometidos de la última parte del siglo XX. Realiza un cine impregnado de una conciencia social, en la que hay un fuerte compone utópico de justicia y solidaridad. (...) Ley 627 tiene una tensión permanente que cautiva al espectador, además de invitarle a pensar. (Decine21)

"Tavernier consigue que el espectador entre en su juego y la película acabe por hacerse apasionante." (José Luis Guarner en Fotogramas)

Excelente film policial en el que Tavernier se mueve entre el respeto por los resortes del género y una voluntad claramente testimonial. Centrado en torno a un policía voluntarioso pero absolutamente coartado por la rutina y la burocracia, sus imágenes poseen un gran poder de convicción y su discurso es tan generoso como poco maniqueo. El conjunto tiene el valor de ir siempre más allá de lo que está narrando. (Fotogramas)

Título español: Ley 627.

Reparto: Didier Bezace, Charlotte Kady, Philippe Torreton, Nils Tavernier, Lara Guirao, Jean Paul Comart, Jean-Roger Nilo.

jueves, 15 de enero de 2015

The Player (1992). Robert Altman


Griffin Mill (Tim Robbins), un productor de Hollywood, recibe cartas amenazadoras que le envía un guionista, cuyo proyecto rechazó. Intentan llegar a un acuerdo, pero tras una terrible discusión, Griffin lo mata. La crisis económica de los estudios es tal que se hará todo lo posible para que el productor eluda su responsabilidad.

El genial Robert Altman estampa un bofetón al cine de Hollywood y, paradójicamente, recibe como premio una fulminante "resurrección" (llevaba muchos años sin un éxito) para colocarse de nuevo en primera línea del cine americano. Cinismo a rabiar y una intriga excelentemente dosificada (entre apariciones de lo más granado de las estrellas de la época) hacen de este filme una delicia de ver y seguir. En el camino nos enseña las interioridades del mundo del cine en su estado más mercantil y despiadado, y Tim Robbins ofrece todo un caústico recital de sarcasmo y paranoia. Una de las mejores comedias -negra, eso sí- de los noventa. (Pablo Kurt)

Altman urde una inteligente trama a partir del guión de Michael Tolkin, quien adapta al cine su propia novela, y carga el peso del filme en la brillante interpretación de Tim Robbins como Griffin Mill, el ejecutivo sin escrúpulos que decide qué guiones se filman y cuáles no. Además de la contumaz crónica con sabor ácido que el filme pone en escena se combina con una subtrama de intriga con el personaje de Griffin amenazado en dos frentes: el laboral y el vital. Una cinta astuta y autocrítica a la que quizá solo podemos achacarle alguna que otra de vuelta de tuerca sobrante. Difícilmente olvidable su magistral plano secuencia inicial. (Bibi Ramos en Sensacine)

Vaya golpe bajo de este gran director a todo un sistema. Sistema que, eso sí, admite la autocrítica como demuestra la propia cinta. Una cosa si es segura, en la época dorada de Hollywood dudo mucho que hubieramos tenido la oportunidad de ver esta excelente película. (Fernando de Cea en El Criticón)

Una comedia de intriga ambientada en los estudios hollywoodienses que supone una especie de ajuste de cuentas de Altman con la industria cinematográfica norteamericana. La sátira tiene una evidente eficacia, pero el complejo juego dramático se escapa en más de una ocasión de las manos del realizador, aunque el resultado esté por encima de obras suyas más reputadas. A destacar la gran cantidad de estrellas que se interpretan a si mismas. (Fotogramas)

Título español: El juego de Hollywood.

Reparto: Tim Robbins, Greta Scacchi, Whoopi Goldberg, Peter Gallagher, Lyle Lovett, Fred Ward, Bruce Willis, Julia Roberts, Burt Reynolds, Andie MacDowell, Susan Sarandon, James Coburn, Dean Stockwell, Richard E. Grant, Sydney Pollack, Cher, Jeff Goldblum, Vincent D'Onofrio, Brion James.

jueves, 8 de enero de 2015

A través de los olivos (Zire darakhatan zeyton, 1994). Abbas Kiarostami


Un equipo de rodaje llega a un pueblo del norte de Irán, en la región de Koker, devastado por un temblor de tierra, para realizar una película. Hossein, un muchacho del lugar, es contratado como ayudante del equipo y, además, se le asigna la interpretación de un pequeño papel. Casualmente, también colabora en la película una muchacha del vecindario, de la que Hossein está locamente enamorado, pero los padres de ella lo rechazan porque carece de recursos económicos.

Una película de ritmo contenido, que parte de un argumento clásico en este director iraní. Este mismo planteamiento lo utiliza en la verdadera película Y la vida continua... con lo que la supuesta ficción del rodaje que aparece en A través de los olivos se hace realidad. Recomendable para los espectadores gustosos de un cine que no tiene nada que ver con Hollywood ni con cualquier producto convencional. Ganadora de la Espiga de Oro en el Festival de Valladolid. (Decine21)

A través de los olivos es un maravilloso ejemplo de la potencia creativa de su máximo responsable, un cineasta que pocas veces ha estado tan inspirado como en esta ocasión muy a pesar de todos sus demás logros. La película, delicada y serena, pacífica y enternecedora, discurre ante nosotros con la humildad y la generosidad de las obras verdaderamente grandes. (Joaquín Vallet en Miradas de cine)

Inspirada en pequeñas anécdotas surgidas en el rodaje de "Y la vida continúa", esta es la obra más madura de uno de los pocos directores iraníes con proyección internacional. El binomio cine-vida constituye la clave de una acción aparentemente mínima, pero de la que surge toda la complejidad de la existencia. Es uno de estos raros films en los que la belleza está al servicio de la verdad. (Fotogramas)

"Una obra de todo punto imprescindible" (Carlos F. Heredero: Dirigido)

"Deliciosa y magistral historia de amor" (Luis Martínez: Diario El País)

Reparto: Hossein Rezai, Mohamed Ali Keshavarz, Tahereh Ladanian y Zarifeh Shiva