viernes, 24 de abril de 2015

Dracula (1931). Tod Browning


Ésta es una de las primeras versiones sobre el mítico vampiro. Fue realizada por la Universal, productora especializada en el cine de terror. El conde Drácula abandona los Cárpatos y se traslada a Occidente, llevándose como sirviente a un contable. Una vez instalado, se enamora de una joven que ya está prometida. Empieza a a visitarla por las noches y va bebiendo su sangre poco a poco para convertirla así en su esposa. Pero el malestar que sufre la joven alerta a su familia, que busca la ayuda del doctor Van Helsing.

En 1922, el cineasta alemán Friedrich Wilhelm Murnau estrenó la película Nosferatu, el vampiro, basada en la novela Drácula del escritor irlandés Bram Stoker. Dado que la adaptación fue realizada sin obtener los permisos respectivos, la viuda de Stoker, Florence, inició acciones legales por infracción de los derechos de autor, juicio que finalmente ganó. Tiempo después, Florence Stoker permitió que los dramaturgos Hamilton Deane y John L. Balderston adaptaran la novela en una obra de teatro, que fue estrenada en 1924 en Inglaterra. Los derechos de la obra fueron posteriormente vendidos a John Balderston, quien estrenó una versión estadounidense en 1927, en el Teatro Fulton en Nueva York. En aquella versión, el rol de Drácula fue interpretado por el actor húngaro Bela Lugosi.
En 1930, los derechos de la novela y la obra de teatro fueron adquiridos por el estudio Universal Pictures. El productor Carl Laemmle, Jr. escogió al director Tod Browning para que se hiciera cargo de la adaptación cinematográfica. Browning había trabajado anteriormente en otras cintas del estudio, como The Unholy Three (1925), The Unknown (1927) y London After Midnight (1927). La primera opción de los productores para interpretar el papel de Drácula recayó en el actor Lon Chaney, quien tenía una larga trayectoria con Universal. Sin embargo, su fallecimiento los obligó a buscar otra opción. El actor escogido fue Bela Lugosi, quien repitió su papel de la versión teatral. El rodaje de la película duró entre el 29 de septiembre y el 15 de noviembre de 1930, y algunas escenas debieron ser rodadas nuevamente, lo que se llevó a cabo entre el 13 de diciembre de 1930 y el 2 de enero de 1931.
El estudio eliminó quince minutos de la película.

Sus principales valores son la consecución de una fascinante atmósfera (especialmente cuando la acción transcurre en Transilvania) gracias al talento fotográfico del gran Karl Freund, la capacidad expresiva de los decorados ideados por Charles D. Hall, y la estilizada narración de Tod Browning que tanto toma del estilo gótico como del expresionismo alemán. Los brillantes ojos de Lugosi atrapado por su caracterización, la inolvidable interpretación de Dwight Frye en el papel del enloquecido Renfield, y el enfoque de sus autores para retener con elegancia el aspecto romántico son otros puntos clave de esta esencial película del cine fantástico. (El criticón)

Una de las curiosidades que poca gente conoce es que, durante un tiempo, Hollywood apostó por rodar las mismas películas en diferentes idiomas, para ampliar el rango de espectadores. Así, muchas películas se rodaron, paralelamente, en inglés y español, con un segundo equipo que rodaba la misma película, pero en otro idioma. Drácula fue una de esas películas, y se rodó una versión en español, por la noche, en los mismo escenarios, y con un segundo equipo, dirigido por George Melford. El resultado fue una película más errática que su homónina en inglés, sobre todo porque Melford no hablaba español, y el resto del equipo sí. Sin embargo, no se trata de una película prescindible, ni mucho menos, y es de destacar la interpretación de Carlos Villarías como Conde Drácula, para muchos, una interpretación bastante más consistente que la de Lugosi. No obstante, económicamente la jugada no le debió salir muy bien a la Universal, pues fue un proceso que no volvió a repetir. (Retroscopia)

Debemos decir que Carlos Villarías fue un actor español nacido en Córdoba en 1892 y que murió en California en 1976.  Aunque los principales personajes de su carrera los realizó en la industria de Hollywood, también interpretó papeles en películas españolas, mexicanas o británicas.

Esta versión española fue estrenada en Madrid el 20 de marzo de 1931 en el cine Avenida y en Barcelona el 28 de mayo de 1931 en el cine Urquinaona. El reparto incluía a Carlos Villarías , Lupita Tovar, Barry Norton, Pablo Alvarez Rubio, Eduardo Arozamena, Carmen Guerrero, José Soriano Viosca, Manuel Arbó y Amelia Senisterra

Tod Browning fue un gran director del cine mudo, pero sin embargo cuando llegó el sonoro le costó adaptarse un tiempo, y en general tuvo problemas para tan radical cambio, como decían sus allegados al bueno de Tod le daba miedo el sonido. “Drácula” pertenece a esa etapa de adaptación y por eso no es perfecta. La falta de dinamismo es evidente en toda la cinta, lo que es aún más complicado de entender cuando sólo dura una hora y diez minutos. Sin embargo cuando más sosiego requería que es en su parte final, todo se vuelve apresurado y se remata de forma y manera precipitada.
A Browning no le interesó demasiado este proyecto nunca, en realidad la mayor parte de los buenos movimientos de cámara que hay en la cinta se debe a Karl Freund, el director de fotografía y que después filmaría “La momia” ya que la Universal le consideró más apto. (Vircenguetorix en Film Affinity)

Reparto: Bela Lugosi, Helen Chandler, David Manners, Dwight Frye, Edward Van Sloan,



Veamos la misma escena en la versión en español filmada al mismo tiempo que la americana:



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