miércoles, 15 de mayo de 2013

To Kill a Mockingbird (1962). Robert Mulligan



Adaptación de la novela homónima de Harper Lee. En la época de la Gran Depresión, en una población sureña, Atticus Finch (Gregory Peck) es un abogado que defiende a un hombre negro acusado de haber violado a una mujer blanca. Aunque la inocencia del hombre resulta evidente, el veredicto del jurado es tan previsible que ningún abogado aceptaría el caso, excepto Atticus Finch, el ciudadano más respetable de la ciudad. Su compasiva y valiente defensa de un inocente le granjea enemistades, pero le otorga el respeto y la admiración de sus dos hijos, huérfanos de madre.

Una obra maestra que parece haber sido rodada en estado de gracia; una película llena de matices, con mensaje sin caer en la sensiblería, de magnífico guión, espléndida fotografía y con una interpretación contenida y maravillosa de Gregory Peck, la mejor de toda su carrera. Inolvidable. (Pablo Kurt)
Un film que el tiempo ha revalorizado considerablemente, deshaciendo los juicios peyorativos que suscitó en su momento. Basada en una novela de Harper Lee, parte de un material algo dudoso, en el que lo estrictamente sentimental se intenta encubrir bajo la apariencia de un supuesto progresismo. Pese a ello, los resultados están por encima de estas molestas premisas, evidenciando un sentido de la atmósfera nada desdeñable. (Fotogramas)

Título español: Matar a un ruiseñor.
Reparto: Gregory Peck, Mary Badham, Phillip Alford.



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